Trastorno Negativista Desafiante (TND)
Continuamente, encontramos niños/as que tienden a la desobediencia, a los desafíos, a las rabietas. Los malos comportamientos pueden deberse a un trastorno de la conducta que debe se controlado para evitar verdaderos fracasos.
En la población general, la prevalencia se estima que se encuentra entre el 2 y 16%. A un niño que presenta los síntomas del TOD debe de hacérsele una evaluación completa. Es importante buscar otros desórdenes que puedan estar presentes, tales como: el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastornos de aprendizaje, trastornos del ánimo (depresión, trastorno bipolar) y trastornos de ansiedad.
El Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD) se define por un patrón recurrente de conducta oposicionista, negativista, desafiante, desobediente y hostil dirigido a las figuras de autoridad.
Las formas más frecuentes de manifestarse son las siguientes:
En ocasiones, los niños pueden presentar unos síntomas parecidos a los que caracterizan este trastorno, pero son pasajeros y propios de la edad. Los padres y profesores tendrán que estar atentos a estas diferencias, ya que para que se pueda hablar de trastorno estos síntomas se deben presentar con gran frecuencia, además de interferir en el aprendizaje, la adaptación en la escuela y, algunas veces, con las relaciones personales del adolescente.
Causas
No se sabe con seguridad la causa que produce el trastorno oposicionista desafiante. Hay diferentes teorías que intentan buscar su origen.
Teoría del desarrollo
Defiende que los problemas comienzan a surgir en el niño o niña entre el año y los dos años. En el desarrollo posterior encuentran dificultades para aprender a ser autónomos y separarse de la persona que ha ejercido en ellos la función materna, a la que se encuentran excesivamente unidos. En este caso, las actitudes negativas responderían a aspectos del desarrollo que no se resolvieron en el momento adecuado.
Teoría del aprendizaje
Plantea que los comportamientos negativistas del trastorno son producto de conductas negativas empleadas por personas del entorno cercano al niño como por ejemplo castigos o gritos. Esto da lugar la aparición de conductas agresivas desafiantes y rebeldes, ya que así pueden llamar la atención de sus padres y obtener preocupaciones de estos por si mismos. No hay un patrón familiar distintivo para estos niños, aunque se ha visto que los padres de niños con este trastorno están interesados de manera exagerada en el control y la autonomía.
Criterios para el diagnóstico del trastorno oposicionista desafiante (DSM, APA):
Criterio A. Un patrón de comportamiento oposicionista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos:
Nota: considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables.
Criterio B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.
Criterio C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.
Criterio D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.
Los síntomas suelen aparecer antes de los 8 años y es más frecuente que ocurra entre el sexo masculino hasta la pubertad, momento en el cual parece igualarse la proporción en ambos sexos. La disrupción familiar que ocasionan puede ser muy importante y crear serios problemas en la convivencia.
Factores psicosociales de riesgo:
BIBLIOGRAFÍA
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