Relación entre TDAH Y TND
La literatura científica presenta una gran diversidad de casos en donde ambas entidades diagnósticas se hacen presentes en un mismo individuo. Los estudios señalan que entre un 40-60% de los casos con TDAH tendrán en algún momento un TOD. Y entre el 69 y 80% de preadolescentes con TOD presentan los criterios para el TDAH.
Lo más común en estos casos es encontrar el TDAH como diagnóstico primario, mientras que el TOD aparece como síntoma asociado o secundario. Sin embargo, es vital para el éxito del tratamiento el poder diferenciar los síntomas que pertenecen al TDAH de aquellos que corresponden al TOD.
Es difícil determinar si los problemas de conducta representan un trastorno comórbido o si simplemente son una de las manifestaciones principales del TDAH. Independientemente del TOD, la mayoría de los niños con TDAH presentan problemas de comportamiento con sus iguales o con las figuras de autoridad.
Cunado se ha comparado el entorno familiar de niños con TDAH con el de niños con TDAH más TOD, se ha evidenciado que en las formas puras de TDAH existe un grado mucho menor de psicopatología y estrés familiar.
Biederman, afirma que el trastorno de conducta y el trastorno oposicionista desafiante, ocurren con mayor frecuencia en niños con TDAH (entre el 30-50% de los afectados). Szatmari, llegó a la conclusión de que los niños que presentan un trastorno del comportamiento casi siempre tienen un trastorno desafiante por oposición y /o TDAH.
Es muy importante que tanto el profesional involucrado en los procesos de diagnostico y tratamiento así como los padres de estos niños, tengan una clara distinción entre el TDAH y el TOD. El primer diagnostico a mencionar será aquel cuyos síntomas sean los más severos y perturbadores, dejando en segundo lugar el diagnóstico cuyos síntomas sean secundarios en importancia.
Muchos profesionales se han preguntado por que la comorbilidad entre el TOD y el TDAH es tan común. Se pueden plantear las posibles explicaciones:
En resumen, la res una de las vías que conduce a las alteraciones de conducta.
BIBLIOGRAFÍA
E. Rigau-Ratera, C. García-Nonell, J. Artigas-Pallarés. (2006). Tratamiento del trastorno oposicionista desafiante. Revista de Neurología, 42(2).