TDAH: Pautas alimenticias
Según la nutricionista, Eva Cervera, un estudio realizado en USA sobre obesidad infantil y TDAH, los niños con este trastorno tienen un 50% más de probabilidades de ser obesos. (Estudio efectuado sobre 63.000 niños.)
Igualmente explica que algunos de los problemas en la alimentación de un niño con TDAH estarÃan relacionados con la comida impulsiva y la falta de masticación.
Para ella, los problemas con los que se encuentran los padres con respecto a la alimentación, además de sentir dudas sobre si es la correcta que dan a sus hijos, son probablemente la sobreprotección que  en muchos casos les hace triturar la comida por miedo a que se ahoguen, por que sus hijos no mastican. El mismo miedo hace que controlen demasiado la ingesta de alimentos, pudiendo provocar carencias. Todo esto unido a los niños con poco control de la impulsividad puede ocasionar que engorden mucho.
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Debemos tener en cuenta que no se puede controlar absolutamente todo. Los padres no han de ser perfectos, sino ser conscientes del problema del niño y sus limitaciones. La paciencia no es infinita, a veces se pierde y no podemos sentirnos culpables por ser humanos.
En el hogar hay que procurar que los padres, y el entorno (abuelos, tÃos?), trabajen coordinados incluso en la alimentación, de manera que no se desacrediten unos a otros. En el caso de niños con TDAH es imprescindible ir "todos a una".
La educación a la hora de comer es también compartida, no es saludable que recaiga sobre un solo padre (siempre y cuando exista una pareja, sino, no hay mas remedio).
Además necesita un ambiente ordenado, organizado con horarios y rutinas fijas para comer, dormir, hacer los deberes, etc. Estos niños (y todos en general) se sienten cómodos y seguros con las rutinas fijas.
Anticiparse a las situaciones de riesgo. Las sorpresas no las gestionan bien, por ejemplo: si hay que apagar la televisión para comer, avisar antes "te quedan 2 minutos de tele" y cumplirlo a rajatabla.
Algo fundamental es pregonar con el ejemplo, los padres deben ser el modelo de sus hijos. Si queremos que coman correctamente nosotros debemos hacerlo también. Si el niño está alterado, tranquilizarnos y actuar con mucha calma.
Si aplicamos todo lo anterior, a continuación se relataran algunas pautas a seguir durante la comida: Â
Algunas recomendaciones finales serÃan ir dando poco a poco autonomÃa al niño. Que coma sin supervisión. Sentirse autónomo y válido mejorará su autoestima. Ir añadiendo responsabilidades a la vida cotidiana del niño (poner o quitar la mesa...)
Las guerras se ganan batalla a batalla. Hagamos participar a los niños en la preparación de la comida (no cada dÃa, eso es imposible, pero si un sábado o domingo) Preparemos platos divertidos junto con el niño, permitiéndole variar las recetas a su gusto.
Por último, en ocasiones uno de los efectos secundarios de la medicación es que el niño tenga falta de apetito. Si notamos que se siente inapetente después de tomar el medicamento, dale la dosis después del desayuno. Como probablemente no tenga apetito a la hora del almuerzo, compensa con una buena cena por la noche. Y ten siempre a mano bocadillos nutritivos de bajas calorÃas. Si la inapetencia se prolonga, tal vez el médico decida rebajar las dosis o suspender el medicamento los fines de semana. Pese a todo, no olvidéis ser creativos con la comida.
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BibliografÃa:
Eva Cervera, nutricionista. Alimentación y TDAH.
Doctora Aliza, ¿Tu hijo padece de TDAH? Consejos para aliviar los efectos secundarios de los medicamentos.
Fundación CADAH, Apetito y TDAH: Pequeños consejos.