La sorpresa negativa del primer trimestre de curso del alumno con hiperactividad
Es habitual que a medida que se acercan las vacaciones navideñas, el rendimiento escolar de los niños con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) disminuya significativamente y este fracaso se recoja en el primer boletín de notas.
Esto se debe a varias razones:
1) La exigencia curricular año a año va aumentando, y esto hace que muchos niños con TDAH no sean capaces de responder óptimamente a este aumento inicial, produciéndose un distanciamiento notable del resto de sus compañeros, especialmente en las áreas instrumentales donde el aprendizaje es acumulativo y es requisito indispensable que la base del conocimiento esté correctamente asentada para seguir avanzando en la materia. Cuando estas bases no están debidamente asentadas, no se refuerzan los contenidos más difíciles y no se automatiza la metodología, aparecen lagunas de contenidos y desfases curriculares.
2) La falta de continuación y la ruptura de los hábitos de estudio y esfuerzo cognitivo continuado que se produce durante el verano, hace que se retrase la adaptación al nuevo curso hasta ya bien avanzado el primer trimestre, lo que agrava aún más el desfase curricular.
3) La aproximación de las fiestas navideñas hace que aumente la excitabilidad y la distracción de estos niños, proyectando su atención e interés en los regalos y las actividades festivas, dificultando la concentración sobre la tarea y las actividades académicas del presente.
4) El aumento de la exigencia del nuevo curso genera en el alumno con TDAH estrés, inseguridad, inquietud que se refleja en bloqueo, mayor dificultad en la atención y la concentración, desregulación emocional y bajo autocontrol, lo que repercute así mismo sobre el rendimiento académico.
Todas estas dificultades se plasman en bajas o peores calificaciones en el primer trimestre, aumentando la preocupación de padres y profesores.
¿Cómo podemos prevenir que ésto suceda?
Si nos anticipamos a esta situación, no sólo serán capaces de coger el ritmo de clase sino que evitaremos la aparición de problemas de tipo afectivo como baja autoestima, desmotivación y rechazo escolar.
Sara Ortega Tapia, Neuropsicóloga de Fundación CADAH.