Vuelta a la rutina
Septiembre se va acercando y con él, el inicio de un nuevo curso escolar. Cuando se trata de cambiar la rutina, en el caso de las personas afectadas por TDAH una adecuada planificación y una buena organización son fundamentales.
Se entiende por rutina, una costumbre, un hábito que se adquiere al repetir la misma actividad varias veces. Es decir, implica práctica. Dicha práctica implica que, con el tiempo, lo realizamos de manera automática, por lo que dejamos de implicar procesos de razonamiento. De esta manera se produce lo que conocemos como automatización de las conductas.
Para favorecer la instauración de la rutina del día a día durante el curso, conviene empezar a hacerla de manera anticipada y gradual, con tiempo para una mejor tolerancia y adaptación a dichos cambios. Para ello, es imprescindible introducir cambios en la dinámica de todos los miembros de la familia, no solo de los niños, también de los padres.
A continuación se enumeran algunos aspectos a tener en cuenta:
Los horarios (levantarse, desayunar, comer, deberes, acostarse) deben respetarse siempre, si bien es cierto que debemos permitir cierta flexibilidad, no podemos permitir que dependan de nuestro estado de ánimo o de los gustos/preferencias de nuestros hijos e hijas. No hay un horario fijo ni ideal para todos, ya que debe ajustarse a la rutina y actividades de los miembros de la unidad familiar, y en ocasiones, tampoco es conveniente que sea el mismo para todos los hermanos.
Los niños y niñas con TDAH tienen muchas dificultades por las mañanas, les cuesta comenzar a funcionar, debido al fallo en las funciones ejecutivas que afecta a la capacidad de activación. Para solventar estas dificultades, se pueden usar estrategias como la anticipación y la utilización de estímulos-claves que sean visuales (anticipación visual de las rutinas y actividades a realizar, por ejemplo mediante una tira en la que aparezcan secuenciadas). Debemos asegurarnos de que lo han comprendido, para ello, podemos pedirles que nos repitan la instrucción.
Debemos informar del tiempo disponible para cada actividad y de la consecuencia al finalizarla (en el caso de que se establezca dicha recompensa).
Es adecuado emplear un sistema de recompensa, teniendo en cuenta los gustos de nuestro hijo o hija. En el caso de que tengan que ver con las nuevas tecnologías, es recomendable que dure siempre y un corto período de tiempo y siempre bajo la supervisión de un adulto.
Muy importante es la instauración de unos horarios fijos para dormir. Para ello, es recomendable que unos días antes de la vuelta al colegio, el niño o niña se acostumbre al horario de la vuelta al colegio para que los primeros días no se hagan tan duros.
Estas pautas supondrán una ayuda de cara a establecer una nueva rutina y preparar la vuelta al colegio o al instituto, evitando en la medida de lo posible que se vea afectado por el cambio en su rutina durante las vacaciones.
Elena Sánchez. Fundación CADAH (2019)