TDAH, coordinación motora y capacidad en el deporte
La dificultad para el deporte de los sujetos con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es la menos estudiada, en la que menos se ha enfatizado y de la que menos se sabe de los trastornos comórbidos del TDAH.
Las razones por las cuales se debiera investigar el área que relaciona el TDAH, los Trastornos dela Coordinación Motoray la capacidad en el deporte, no son otras que tener una concepción del trastorno mucho más amplia y más integrada, a la vez que, tener la posibilidad de ayudar a estos niños con programas de actuación motora más eficaces.
De este modo se podrán realizar intervenciones que atenúen la incapacidad en el desempeño de actividades propias de su edad, ya que mejorando este aspecto de su vida, las repercusiones en el área emocional y social se verÃan gratamente beneficiadas.
Las personas con TDAH son generalmente torpes, y aunque hayan desarrollado una musculatura y tengan la fuerza suficiente que les permita realizar algunas actividades fÃsicas determinadas (ciclismo o natación), les falta habilidad y coordinación motriz en las partes distales de las extremidades (manos y pies), siendo buenos ejemplos la poca capacidad para el baile, los instrumentos musicales, o el agarre y manejo del balón (Pascual-Castroviejo, 2004).
Según un estudio realizado por Piek, Pitcher y Hay (1999), más del 50% de los niños diagnosticados con TDAH pueden tener problemas motores. Estos datos concuerdan con un estudio realizado por Kadesjo y Gillberg (2001) donde encontraron trastornos de la coordinación motora en un 47% de los escolares con TDAH.
Algunos autores (Hadders-Algra y Groothuis, 1999; Kroes et al, 2002) han observado que la calidad de la motricidad durante los 5-6 primeros años de vida puede predecir la posterior aparición, de forma evidente, de la sintomatologÃa del TDAH.
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En aquellos estudios donde el objeto de investigación ha sido la coordinación motora fina (Piek et al. 1999; Steger et al. 2001) se ha demostrado una menor habilidad en estos movimientos respecto a los niños controles. Pero no todos los niños con TDAH están afectados de la misma manera por los mismos problemas motores.
En varios estudios se observa que, los niños en los que predominan las alteraciones atencionales, y los que presentan el subtipo combinado, muestran una habilidad para la motricidad fina menor que los niños del subtipo hiperactivo-impulsivo, y éstos a su vez tenÃan una habilidad menor que los del grupo control (Piek et al, 1999; Pitcher, Piek y Hay, 2003).
Un estudio longitudinal ha encontrado que hasta un 58% de los sujetos con TDAH y trastornos de coordinación motora, mostraban una evolución pobre, y la posesión de ambos trastornos era el predictor más importante para el mal funcionamiento psicológico en la adolescencia (Rasmussen y Gillberg, 2000).
Pascual-Castroviejo   llevaron a cabo un estudio de un grupo de niños y adolescentes, todos varones, con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años y con cociente intelectual (CI) normal, es decir, por encima de 85. Se comenzó el estudio en mayo de 2003 y se acabo la recopilación de pacientes en noviembre del mismo año.
La motricidad fina se  evaluó a través de las respuestas que daban los padres respecto a la calidad del dibujo o la caligrafÃa de la letra. El signo de afectación neurológica más caracterÃstico y frecuente era la hipotonÃa.
La distribución de los pacientes por subgrupos era la siguiente: 25 casos de Déficit de Atención, 16 casos de Hiperactivo-Impulsivo y 59 casos de trastorno combinado. Sesenta y siete pacientes practicaban algún tipo de deporte, 33 no practicaban deporte y un cierto número de casos lo rechazaba absolutamente. Entre los 67 niños o adolescentes que practicaban algún deporte, 28 parecÃan motivados para hacerlo y mostraban constancia, y a 41 debÃan "empujarlos" los padres para seguir haciéndolo, ya que, tras un corto tiempo de sentirse motivados, decaÃa mucho su entusiasmo y dejarÃan de hacer deporte, si no se les obligara. Sólo 19 casos eran disciplinados y admitÃan las órdenes o indicaciones sin porfiar con sus monitores o entrenadores.
Casi todos consideraban que tenÃan buena calidad como futbolistas y que lo hacÃan muy bien; pero, en más de la mitad de los casos, los padres  referÃan que no los encontraban muy hábiles y que los compañeros les pasaban poco el balón, y ellos tenÃan la impresión de que, probablemente, es que no los consideraban muy competitivos
El deporte de equipo preferido era el fútbol, que es el que la mayorÃa de los niños del estudio habrÃan deseado practicar; pero, pronto les habÃa quedado demostrado que sus cualidades fÃsicas no eran las más idóneas, por falta de habilidad. Los niños y adolescentes que habÃan perdido el interés por el fútbol a causa de su falta de condiciones para disfrutar con él solÃan intentar la práctica de otro deporte, también de equipo, especialmente baloncesto, balonmano y balonvolea, cuando poseÃan la suficiente estatura y fortaleza fÃsica, aunque casi siempre suponÃa una frustración.
Es importante resaltar que en la evaluación psicológica clÃnica se deben explorar otras áreas distintas de las habituales, si se pretende entender y atender a la totalidad de los problemas a los que se enfrenta este tipo de niños.
El aislamiento social caracterÃstico, o el sedentarismo en la etapa adolescente, no son en la mayorÃa de los casos, casualidades. Los juegos colectivos como el fútbol, están a la orden del dÃa en los recreos de todos los colegios, y por tanto un individuo con una deficiencia en este aspecto, posiblemente será rechazado, y excluido del equipo. Sin duda, esto repercutirá a nivel emocional.
Como conclusión, se puede señalar una vez revisados los artÃculos relacionados con el TDAH y la coordinación motora, que se evidencia una relación entre los diferentes subtipos de este trastorno, el nivel de capacidad motora yla Actividad FÃsicaDeportiva. Una de las conclusiones más rotundas deja entrever que los niños diagnosticados de TDAH, estarán afectados por alteraciones en la motricidad fina y gruesa, y en consecuencia presentarán una ausencia en la práctica de actividades deportivas, que el caso de existir, será una especialidad predominante mente individual.
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BIBLIOGRAFIA:
Sandra G. Verba Szerman `Intervención Psicomotriz para niños con Hiperactividad y/o Déficit de Atención`
Clara Coleto Rubio `Intervención general y especÃfica para el alumnado que presenta TDAH`. Revista Digital Innovación y Experiencias Educativas. Nº15