TDAH: Como mantener una comunicación adecuada con un niño afectado
En primer lugar deberemos adaptarnos a las necesidades del niño y no pretender que él solo sea el que se adapte a nosotros. Tenemos que ponernos en el lugar del niño, comprenderle y hacerle sentir querido. Esto proporcionará un clima adecuado entre vosotros para tener una buena comunicación.
Intentaremos siempre preparar el ambiente cuando queramos mantener una conversación con el niño en la que queramos que nos preste toda su atención. Para ello, será imprescindible eliminar cualquier estímulo exterior que pueda distraer al niño con TDAH.
A continuación deberemos asegurarnos de que tanto el niño como nosotros, estamos en disposición de escuchar. Como bien indicamos, nuestro estado de ánimo influye en nuestros comportamientos y nuestras comunicaciones, por lo que habrá que vigilar que estemos en un momento emocional adecuado para mantener dicha conversación.
Una vez escogido el momento adecuado y preparado el ambiente, utilizaremos siempre frases cortas y mensajes claros que el niño pueda comprender con facilidad. Si le vamos a señalar muchas cosas simultáneamente será mejor decirle una y esperar a que la realice para mandarle la segunda, y así sucesivamente.
Además intentaremos no personalizar en la medida de lo posible las conductas de estos niños. Lo más adecuado sería comentar la situación de forma neutra, sin emitir ninguna clase de juicio personal. Esto hará que el niño esté más receptivo ante la comunicación y no se sienta "atacado".
Hablar siempre en positivo y anticipar las consecuencias será un apartado esencial si queremos que nuestro hijo mantenga una comunicación asertiva con nosotros. Así como deberemosasegurarnos SIEMPRE de que ha comprendido el mensaje que le queremos transmitir. Si el niño no entiende aquello que le hemos señalado, la comunicación habrá fracasado y nada de lo que hemos hecho hasta entonces habrá dado resultados positivos. Con una pregunta sencilla para que nos muestre lo que ha entendido será suficiente para averiguarlo. Evitaremos realizar un interrogatorio después de la conversación que pueda hacer sentirse al niño incómodo ante la situación.
En definitiva, lo que se quiere conseguir es el momento más idóneo para mantener una comunicación adecuada y las estrategias necesarias para que estas comunicaciones sean enriquecedoras para todos, así como para que favorezcan futuras comunicaciones.