CaracterÃsticas del TDAH que dificultan la comunicación
Ser padres de un niño con TDAH no es fácil, y no sólo por el TDAH, sino por los trastornos comórbidos que lo pueden acompañar. Por todo ello, su educación requiere de mucha paciencia, tiempo y constancia.
Evidentemente, los padres se encuentran ante situaciones difÃciles a lo largo de todo el dÃa: por las mañanas para ir al colegio, en las comidas, con los deberes, en actividades sociales, en el colegio, etc. Como consecuencia de estas y otras situaciones, podemos encontrarnos ante conflictos y discusiones diarias con los niños asà como sufrir un desgaste y agotamiento emocional que nos llevará en ocasiones a la presión y al castigo, con las consiguientes repercusiones negativas en la autoestima y en el desarrollo del niño.
En numerosas ocasiones hemos señalado que la principal caracterÃstica de los niños con TDAH es la inatención. Esta le lleva a distraerse fácilmente con estÃmulos irrelevantes que provienen del entorno. Referente a la comunicación, esta inatención influye sobremanera, puesto que en ocasiones puede darse la circunstancia en la que pretendamos comunicarnos con él, pero la situación no sea la ideal para ello, bien porque su nivel de concentración debido a los estÃmulos externos es mÃnimo o por su situación emocional en ese momento, que hace que el niño no pueda o no quiera prestarnos la atención necesaria para mantener una conversación.
La vÃa más acertada será siempre poner en práctica las pautas para una comunicación asertiva, asà como otros aspectos ya comentados como pueden ser: el uso de recompensas verbales y materiales, mirar a los ojos, tocar al niño suavemente para recuperar la atención del mismo, etc.
Otra de las dificultades que podemos encontrar está relacionada con los mensajes que les hacemos llegar. Estos no deben ser largos, complicados y poco precisos, puesto que el niño no captará todo lo que le estamos pidiendo o sugiriendo, no será capaz de llevarlo a cabo, y podemos caer en el error de pensar que no ha querido hacerlo o que no le ha interesado, pero la verdad es que es muy probable que lo que haya ocurrido haya sido que simplemente no se ha enterado.
Hablarles de forma clara y precisa, con mensajes cortos y de fácil comprensión será una estrategia fundamental, porque como ya sabemos, estos niños tienen un déficit en las funciones ejecutivas, que les lleva a tener un procesamiento de la información más lento, asà como ciertas dificultades para retener mucha información simultánea. Utilizar mensajes cortos y de forma consecutiva, uno tras otro y no todos a la vez, mejorarán profundamente la actuación de los niños con TDAH.
Un aspecto fundamental del niño con TDAH que va a interponerse de alguna manera en la comunicación con él, son las emociones. En estos niños, las emociones son muy rápidas e intensas, un pequeño tropiezo puede provocarle una reacción desmesurada, pero no son capaces de pensar ni de actuar adecuadamente en el momento y normalmente el sentimiento también termina rápidamente. Todo ello unido a una baja tolerancia a la frustración puede desembocar en una mala comunicación en determinados momentos. Para ello, hay cosas que se pueden hacer, como haberle anticipado al niño lo que se espera de él, qué cosas van a ocurrir, cuáles son nuestros pensamientos en lo referente a determinados temas, etc. debido a que en ocasiones, cuando un niño con TDAH recibe una negativa, su primera reacción será de enfado y de rechazo. Si se le ha anticipado y explicado al niño el porqué de ese `no`, no significa que la reacción no vaya a ocurrir, pero sà se le va a poder hacer reflexionar sobre ella.
Otra de las caracterÃsticas que dificultan la comunicación es la motivación. Esta es una emoción, un motor que impulsa, que pone en marcha y que se genera cuando tengo presentes los objetivos que quiero conseguir y teniendo presentes unas expectativas de éxito. En el caso de los niños con TDAH, una tarea que no les apetezca les va a producir desgana, que a su vez va a invadir todo su sistema impidiendo mantener los objetivos que se quieren conseguir, por muy importantes que sean.
Por ello, es importante que los padres entiendan y aprendan a gestionar la motivación que sus hijos necesitan para poder persistir ante las tareas, y una forma de conseguirlo es a través de una buena comunicación. Generalmente los niños con TDAH no pueden tener una buena autoestima, puesto que desde que se levantan sienten que son objeto de crÃtica y de que todo lo hacen mal. Por ello, vamos a comunicarnos, vamos a emplear el lenguaje positivo, los refuerzos verbales y fÃsicos, que sepan que sus padres están ahà para ellos, para apoyarse en ellos cuando sientan que no pueden hacer algo y que no olviden que vosotros confiáis en ellos y creéis en sus posibilidades, porque sin el apoyo familiar, y más el de unos padres, no van a ser capaces de conseguir sus metas.
Por último, me gustarÃa recalcar la necesidad de que los padres entiendan que muchas de las conductas que realizan estos niños con TDAH no están bajo su control. Por ello, debemos siempre valorar cualquier esfuerzo que realice y no enviar continuamente mensajes crÃticos hacia ellos. A través de la comunicación asertiva podremos ir controlando paulatinamente estas conductas incontroladas en el niño, y proporcionarle los medios necesarios para que poco a poco ellos mismos puedan ir controlándolas.
El uso de estas estrategias se va adquiriendo poco a poco, y cada padre debe adecuarlo siempre a las caracterÃsticas de su hijo con TDAH.
RocÃo Meca MartÃnez.
Maestra de PedagogÃa Terapéutica de Fundación CADAH.
BibliografÃa.
MartÃnez MartÃn, Mª.A. y col. Todo sobre el TDAH. GuÃa para la vida diaria. Editorial Altaria (2013).