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La resolución de problemas matemáticos en la etapa de Educación primaria suele ser una asignatura pendiente para muchos estudiantes, y de manera más específica para los niños que presentan TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad).

A través de mi experiencia docente, he podido comprobar, como la mayoría de las veces los alumnos no encuentran dificultades a la hora de resolver las operaciones de cálculo matemático elementales como son la suma, la resta, la multiplicación y división, pero éstas sí que se presentan cuando deben enfrentarse a la resolución de problemas matemáticos.

Muchos pueden ser los factores que pueden estar interviniendo en estas dificultades a la hora de resolver los problemas. Entre otras, podemos destacar la mala comprensión lectora que pueden presentar algunos niños en esta etapa, la no correcta adquisición de los algoritmos de las operaciones o una incorrecta didáctica en la resolución de problemas.
Estas dificultades que pueden surgir a lo largo de la escolaridad de los alumnos pueden corregirse a través de diversas estrategias, como trabajar el aumento del vocabulario en el repertorio lingüístico del niño, el re-aprendizaje de las operaciones elementales de cálculo matemático hasta su automatización y trabajar con diferentes modelos de resolución de problemas que mejor se adapte a las necesidades del niño.

Si bien, en la mayoría de las ocasiones a través de la puesta en práctica de estas estrategias las dificultades pueden superarse, otras veces habrá que tomar otra serie de medidas igual de sencillas, pero adaptadas a las necesidades que presenten los alumnos. Este es el caso de los niños que presentan TDAH.

He podido constatar a lo largo de los años, que estos niños presentan dificultades a la hora de la resolución de problemas matemáticos debido en la mayoría de las ocasiones a la sintomatología propia del trastorno. De esta manera suelen presentar problemas en la memoria de trabajo y en los procesos atencionales, y carecer de un lenguaje interno que les ayude en la autorregulación de su comportamiento. Por ello, desde nuestra experiencia, el aprendizaje de los problemas matemáticos a través de autoinstrucciones (técnica cognitiva de cambio de comportamiento en la que se crean o modifican las autoverbalizaciones o pensamientos que un sujeto realiza ante cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que, en general, son más útiles para llevar a cabo dicha tarea) supone una valiosísima herramienta que nos permite solventar los problemas con lo que se encuentran los niños que presentan TDAH.

Un aspecto muy positivo de las autoinstrucciones es que pueden personalizarse para cada niño, haciendo hincapié en los procesos en los que mayores problemas se identifiquen. Presentamos a continuación uno de los modelos que nosotros utilizamos a niveles de Primaria, el cual funciona por norma general muy positivamente:

1. Leo el problema
2. Dibujo lo que he leído
3. Anoto los datos del problema
4. ¿Qué me preguntan?
5. Pienso en la operación más adecuada
6. La realizo
7. El dato resultante se acompaña siempre de una unidad (euros, balones, gominolas…)
8. ¿Es una barbaridad?
9. Repaso!!

A través de esta estrategia nos aseguraremos de que el niño no se salte ningún paso en la resolución del problema, lo que suele ser la causa principal de los errores en los mismos. El niño debe ir siguiendo paso por paso, tachando si es necesario cada uno de ellos antes de llegar al siguiente. Una vez que ya haya interiorizado los pasos, podemos prescindir de la guía y seguir trabajando otros aspectos que requieran de su aprendizaje.

Lucía Osorio Quintana. Psicopedagoga de Fundación CADAH (2015)