Entrenamiento en autoinstrucciones en niños con TDAH
La impulsividad es una de las causas del comportamiento inadecuado, la precipitación en las respuestas hacen que no entren en marcha los mecanismos de reflexión que seleccionarÃan una respuesta más adecuada, que probablemente serÃa más racional y menos emocional que la que tiene los niños con TDAH en la mayorÃa de las ocasiones.
Contamos con dos explicaciones racionales para estos casos: por un lado encontramos la impulsividad como causa del incumplimiento de la norma, ya que tienen una pobre inhibición de la conducta, y por otro lado encontramos la impulsividad como consecuencia de una debilitada habilidad del leguaje para guiar, controlar o gobernar la conducta, debido a un control deficitario de la conducta a través del lenguaje. Es en esta última en la que vamos a centrarnos.
Cuando a un niño le llega una señal, un mensaje o vive un acontecimiento determinado, entran en juego el proceso de inhibición y la capacidad de demora personal. Dependiendo de la respuesta que de el niño, estaremos ante una actitud reflexiva o impulsiva. Evidentemente, cuando se enfrentan a las situaciones que hemos comentado, deben poner en marcha una serie de sistemas para actuar de manera adecuada. Es en este punto, donde Barkley (1999) señala que el proceso de inhibición es la clave para todas las dificultades del TDAH, no exclusivamente para la impulsividad. Es decir, esos sistemas que deben entrar en juego, son las funciones ejecutivas que se encuentran afectadas en los niños con TDAH.
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Dada la importancia que vemos y que damos al lenguaje como mediador de la conducta, para llevar a cabo la regulación interna, vamos a ver los diferentes niveles de deficiencias que podemos encontrar en el lenguaje privado que cada persona emplea como autoguÃa.
Durante el desarrollo evolutivo del niño, el tipo y la función que tiene el lenguaje evoluciona y pasa por diferentes fases.
Entre los cinco y los siete años de edad es cuando se desarrollan plenamente estos procesos de pensamiento, en los que el procesamiento cognitivo de la información media sobre la conducta, inhibiendo o regulando el comportamiento a través de la actividad verbal encubierta.
El entrenamiento para la adquisición del lenguaje interno como regulador de la conducta es habitual en el trabajo con niños con TDAH. Lo que pretendemos conseguir es enseñar a emplear el lenguaje de manera adecuada, para que lo empleen como guÃa en la toma de decisiones que deben desarrollar ante cualquier situación y sirva como catalizador para inhibir y controlar la conducta.
Para influir y modificar el lenguaje interno de los niños con TDAH, podemos emplear en primer lugar el modelado cognitivo, ya que puede ser empleado tanto en tareas sociales como académicas y en ella es el profesor el que actúa como modelo eficaz en el que se puede reflejar el niño.
RocÃo Meca MartÃnez.
Maestra especialista en PedagogÃa Terapéutica de Fundación CADAH.
BibliografÃa.
MartÃnez MartÃn, Mº.A. y col. Todo sobre el TDAH. GuÃa para la vida diaria. Editorial Altaria (2013).
Bonet. T, Soriano. Y, Solano. C. Aprendiendo con los niños hiperactivo. Thomson (2007)