Los niños y el miedo
Normalmente tanto los miedos como las fobias se desarrollan a medida que el niño va creciendo desde las primeras etapas de vida [entre el 90 y el 100% de los niños refiere tener algún al menos un miedo importante, siendo la incidencia máxima a los 3 años de edad (Sandín, 1997.)] Debemos tener presente que los miedos tienen un carácter evolutivo, es decir, el miedo está en los genes. En la aparición y experiencia del miedo existen factores genéticos (madurez) y también ambientales (familia, experiencias traumáticas, exposición a estímulos temerosos (animales imágenes…). La interacción de estos factores determinará el curso de las fobias y los miedos a través del desarrollo madurativo del niño.
Los seres humanos están predispuestos naturalmente asociar respuestas de miedo a determinados estímulos (estímulos fóbicos) que implican un riesgo o peligro para la supervivencia igual que hacen los animales (ej. la sangre, las serpientes, el mar, la oscuridad, las alturas, los desconocidos, las arañas, etc.).
Miedos evolutivos (normales) según las edades:
Miedos clínicos: respuestas de miedo desproporcionadas o crónicas
Así pues, desarrollar miedo o temer a ciertos estímulos es una respuesta natural del ser humano. Estas repuestas son por tanto esperables y habituales en los niños pequeños, pera no tanto en las personas adultas. Los miedos tienden a extinguirse de forma natural a medida que el niño va creciendo y aprendiendo que estos estímulos no son en realidad una amenaza. Sin embargo, por alguna razón, algunos niños experimentan una repuesta más intensa de miedo o bien les cuesta más superar estos, es entonces cuando el miedo puede convertirse en un problema importante o patológico.
Los niños pueden manifestar miedos clínicos de muchas formas: pesadillas, evitar determinados acudir a determinados sitios, situaciones o personas, no querer dormir solos, necesitar dormir con la luz encendida, hacerse pis por la noche (enuresis nocturna), crisis de llanto, rabia o angustia, etc.
Los factores que llevan a un niño o adolescente a desarrollar miedos clínicos son los siguientes:
Cuando esto ocurre el niño necesita de una intervención especializada que trate ese miedo clínico.
Más info en: Cuándo los miedos se convierten en un problema. El papel de los adultos.
Sara Ortega Tapia, Neuropsicóloga de Fundación CADAH (2017).
BIBLIOGRAFÍA
Sanfín B. (1997). Ansiedad, miedos y fobias en niños y adolescentes. Dykinson psicología.
Gutiérrez, A. y Moreno, P. (2011). Los niños, el miedo y los cuentos. Editorial: DDB. TEA ediciones.