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Entre las características que encontramos en los niños con TDAH de manera generalizada, encontramos la impulsividad, la ausencia de reflexividad y autocontrol y la presencia de dificultades en la toma de decisiones en cualquier ámbito de la vida.

Estos son aspectos fundamentales a trabajar con los niños, ya que la manera en que se enfrenten a diferentes situaciones, la forma de gestionarlas, etc. va a influir en muchos ámbitos de su vida: a nivel escolar, social y familiar.

Dotarlos de estrategias y pautas para que pongan en práctica a la hora de la resolución de cualquier tipo de conflicto al que se puedan enfrentar, facilitará su resolución y los ayudará en la toma de futuras decisiones.

Uno de los aspectos más relevantes en los que centrarse, como paso previo para trabajar estos aspectos, es el entrenamiento en autoinstrucciones. Estas autoinstrucciones se refieren al lenguaje interno de las personas, el que empleamos para dirigirnos a nosotros mismos y gestionarnos en determinadas situaciones.

Este es uno de los aspectos que tenemos en cuenta en la actividad que proponemos hoy, ya que es un área que suele estar afectada en los niños con TDAH.

                          

Además de las autoinstrucciones, nos centramos en el autocontrol, un aspecto que trabajamos de manera generalizada y sobre la que habrán leído mucho, pero es que es un aspecto fundamental a mejorar con los niños con TDAH. La falta de autocontrol en determinadas situaciones provoca que, unida a la impulsividad y falta de reflexión, lo lleven a cometer determinado acto, o a decir algo, etc. que si se hubiesen parado a pensar y a analizar quizá o hubiesen hecho. Por ello, en la actividad que proponemos hoy trabajamos todos estos conceptos de manera relacionada, para que observen que efectivamente están relacionados, y que un dominio de todos ellos pueden llevarnos a situaciones diferentes, en las que actuar de una manera razonada y lógica y no impulsiva y sin control.

Desarrollo de la actividad.

Esta actividad está destinada a trabajar y mejorar el proceso de toma de decisiones, la impulsividad, la reflexividad y el autocontrol. Los objetivos que nos proponemos con su desarrollo son:

• Dotar a los niños de estrategias (autoinstrucciones) para emplear en la toma de decisiones.
• Aprender a pensar y reflexionar antes de actuar.
• Evaluar las consecuencias de los actos que llevamos a cabo.
• Controlar la impulsividad.
• Aprender a controlar los niveles de frustración.

Comenzaremos recordando las características principales del autocontrol, preguntándoles que sienten ellos cuando lo viven, qué les preocupa, la importancia que tiene para ellos, etc. Es muy importante que, además de enseñarles a reconocer, a través de las actividades que realizamos, cuando alguien experimenta determinados sentimientos, que aprendan a identificar que les ocurre a ellos cuando lo experimentan, de manera que sean conscientes de lo que les está ocurriendo y que sea en ese momento cuando pongan en juego las estrategias que les damos para cada momento determinado.

Continuaremos con el visionado de un vídeo `Ormie`, en el que nos podemos apoyar para trabajar los objetivos que hemos propuesto. Sobre él realizaremos preguntas de análisis, de puesta en práctica, de razonamiento crítico? con el fin de identificar el nivel de comprensión alcanzado sobre el vídeo. Las preguntas serán del tipo:

• ¿Creéis que se ha parado a pensar en lo que quería conseguir y en qué podía hacer para lograrlo?
• Las consecuencias de los actos que ha hecho el personaje? ¿Los había planificado? ¿Se los esperaba?
• ¿Ha actuado impulsivamente nuestro personaje?
• ¿Por qué?
• Imaginemos que sois el cerdito, ¿Qué hubieseis hecho para conseguir las galletas? Acordaros de todas las cosas que hemos visto hasta ahora.

Entre estas preguntas, analizaremos los conceptos clave en los que centramos la sesión: la toma de decisiones, el uso de autoinstrucciones, la reflexibilidad y la impulsividad además del autocontrol. Para ello, intercalaremos preguntas de reflexión sobre estos aspectos con peticiones de reflexión personal, con el fin de que identifiquen situaciones que han vivido, en las que hayan experimentado los sentimientos de los que hablamos.

Para tratar de manera precisa y concreta el tema de las autoinstrucciones, realizaremos una actividad concretar para ello. Lo que haremos será realizar una lluvia de ideas entre todos, con lo que queremos conseguir crear una lista de pasos, en la que ellos tengan voz y voto, para seguir en los momentos de reflexión. Después pasaremos a exponer cada uno una situación en la que va a poder poner en práctica los pasos, analizar qué va a tener que hacer, de qué manera, etc.

 

Rocío Meca Martínez.

Maestra de Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.