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Información sobre el TDA - TDAH o Déficit de Atención con/sin hiperactividad en la Fundación CADAH
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Diagnóstico del TDAH

Un diagnóstico correcto es imprescindible para un tratamiento efectivo, para que padres y profesores fundamentalmente puedan ayudar al niño/a con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAHa que desarrolle todo su potencial.

Un diagnóstico precoz es igualmente imprescindible para una pronta intervención, evitando así la posible comorbilidad y abordar adecuadamente los diferentes problemas que puedan surgir a lo largo de su desarrollo.

La edad para acudir al profesional dependerá de las características de cada caso, aunque cada se dan más sospechas de diagnóstico en la etapa preescolar,  a día de hoy, la mayoría de los casos la edad de comienzo del tratamiento es la etapa escolar (escuela primaria) ya que nos encontramos con una gran cambio cualitativo y cuantitativo las exigencias del entorno del niño/a, aumentan la demandas  sociales y académicas y se requiere de una mayor atención y control sobre sí mismos, lo que produce mayores dificultades y una sintomatología más clara.

Numerosos trastornos o problemas médicos pueden manifestarse por síntomas presentes o nucleares del TDAH lo que dificulta la correcta identificación del trastorno, por lo que es necesario realizar un diagnóstico diferencial minucioso. El TDAH se puede confundir con desordenes de la infancia o con trastornos como ansiedad, depresión, etc., por eso deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral en el caso de adultos. Los niños en los que se establece el diagnóstico de TDAH han de presentar varios de los signos y síntomas representativos en un grado considerado "perjudicial" y con una frecuencia mucho mayor de lo predecible para su edad y nivel de maduración.

                                DIAGNOSTICO TDAH

El diagnóstico de este trastorno ha de basarse en una valoración minuciosa para excluir otras posibles causas de las dificultades del niño, lo que incluye información de su familia, de sus profesores y una evaluación por parte de profesionales sanitarios de las diferentes áreas: psiquiatras infantiles, psicólogos infantiles, pediatras, neuropsiquiatras, neuropsicólogos, etc.

La evaluación de este complejo trastorno debe realizarse desde una perspectiva multiprofesional que aborde tanto la evaluación psicológica, la educativa y médica.

Protocolo de evaluación TDAH

No existe una prueba única que por sí sola permita hacer un diagnóstico exclusivo y confiable.

Para establecer el juicio diagnóstico final es necesario recabar información de las diferentes fuentes que rodean e intervienen en el niño y realizar observaciones sistemáticas de sus conductas y la valoración retrospectiva de su comportamiento desde las edades más tempranas.

La evaluación del TDAH debe incluir:

  1. Un examen médico completo para evaluar la salud general del niño y descartas problemas de tipo visual, auditivo, anemias o la falta de componentes vitales para su salud.
  2. Una evaluación psicológica profesional para tener una idea clara de la condición emocional del niño, incluyendo pruebas de capacidad intelectual y de desarrollo cognitivo.
  3. Una evaluación familiar para la cual se utilizan las escalas de comportamiento.
  4. Una evaluación escolar que incluya la historia académica y de comportamiento del niño en el aula.
  5. El diagnóstico se basará en el cumplimiento de los criterios del DSM-V, que son los criterios diagnósticos establecidos por la Academia Americana de Psiquiatría (1994) o los criterios de la  CIE-10 (1992) reconocidos y establecidos por la OMS.

Como se ha indicado, existen dos sistemas de clasificación para los trastornos psiquiátricos: CIE-10 (Organización mundial de la Salud, 1992) y DSM-V (American Psychiatric Association, 1994). Estos dos manuales son las guías de referencia que los profesionales de la salud mental toman para establecer el diagnóstico del Trastorno según los criterios diagnósticos clínicos.

Las diferencias entre ambos sistemas son muy importantes para entender por qué el TDAH se puede llamar también Trastorno Hipercinético, porqué se diagnóstica más en algunos países que otros (los criterios de inclusión y excusión varían entre una guía y otra), porqué se puede llegar a tratar a unos niños sí y otros no, porqué hay algunas diferencias de prevalencia entre los estudios, etc.

A continuación se describen los criterios diagnósticos recogidos en ambos manuales de diagnóstico como referencia para el diagnóstico del TDAH:

El diagnóstico del TDAH según el DSM-V 

Criterios diagnósticos para el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad

A-1) Inatención
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las ACTIVIDADES sociales y académicas/laborales:

* Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.

- No suele prestar atención a los detalles. Comete errores frecuentemente en el colegio, el trabajo u otras actividades.

- Le cuesta mantener la atención en tareas o actividades de tipo lúdico.

- Parece que no escucha cuando se le habla.

- No suele finalizar las tareas o encargos que empieza y no suele seguir las instrucciones que se le mandan, sin ser por un comportamiento negativista o por una incapacidad para comprender las instrucciones.

- Le resulta complicado organizar tareas y actividades.

- Intenta evitar realizar tareas que le suponen un esfuerzo mental sostenido (actividades escolares o tareas domésticas).

- Pierde objetos frecuentemente (ejercicios, lápices, libros, juguetes?)

- Se distrae con cualquier estímulo irrelevante.

- Es descuidado en las actividades de la vida diaria.

A-2)  Hiperactividad e Impulsividad
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:

* Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.

Hiperactividad

- Suele mover en exceso las manos y los pies o no se está quieto en el asiento.

- No suele permanecer sentado en las situaciones en las que se espera que lo esté.

- Suele correr o saltar en exceso en situaciones en las que no es apropiado hacerlo.

- Tiene dificultades para realizar actividades o juegos tranquilos.

- Suele estar en movimiento y actuar como si tuviese un motor en marcha continuamente.

- Suele hablar en exceso.

Impulsividad

- Suele dar respuestas precipitadas antes de que se hayan terminado de formular las preguntas.

- Le cuesta esperar su turno y respetar las colas.

- Suele correr o saltar en exceso en situaciones en las que no es apropiado hacerlo.

- Suele interrumpir a los demás y entrometerse en las actividades de otros.

B) Algunos de estos síntomas que causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años.

C) Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (escuela, casa, trabajo, etc)

D) Deben existir pruebas de que hay un problema clínicamente significativo del funcionamiento social y académico o laboral.

E) Los síntomas no están presentes exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia o cualquier otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por otro trastorno.

 El diagnóstico del TDAH según CIE-10

Criterios diagnósticos CIE-10 para el Trastorno Hipercinético

  • Déficit de atención (al menos 6 durante 6 meses)

- Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades

- Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego

- A menudo aparenta no escuchar lo que se dice

- Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones

- Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades

- A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas tales como los deberes escolares que requieren un esfuerzo mental mantenido

- A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, tales como material escolar, libros, etc.

- Fácilmente se distrae ante estímulos externos

- Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias

  • Hiperactividad (al menos 3 durante 6 meses)

- Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies o removiéndose en el asiento

- Abandona el asiento en la clase o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado

- A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas

- Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas

- Persistentemente exhibe un patrón de actividad motora excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social

  • Impulsividad (al menos 1 durante 6 meses)

- Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas

- A menudo es incapaz de guardar un turno en las colas o en otras situaciones de grupo

- A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros

- Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las consideraciones sociales

- Además se debe cumplir que:

- El inicio del trastorno no es posterior a los siete años

- Los criterios deben cumplirse en más de una situación

- Los síntomas de hiperactividad, déficit de atención e impulsividad ocasionan malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social, académico o laboral

- No cumple los criterios para trastorno generalizado del desarrollo, episodio maníaco, episodio depresivo o trastorno de ansiedad

Es importante recordar que no sólo la presencia de los criterios es importante a la hora de definir el diagnóstico, sino que si los síntomas que presenta son de intensidad alta, moderada o leve, si interfieren en su vida diaria de forma intensa o no, si existe impacto en el entorno del sujeto, si existen alteraciones psicológicas, si presenta necesidades educativas, etc. Todos estos criterios diagnósticos junto con la información remitida por los padres y el centro escolar y la observación directa de la funcionalidad del niño, darán al profesional de la salud mental las herramientas para establecer el diagnóstico de déficit de atención e hiperactividad y poder así comenzar con la intervención y el tratamiento más indicado para el caso.

 

BIBLIOGRAFÍA 

CIE 10. Trastornos mentales y del comportamiento. Meditor, Madrid, 1994 

DSM-V. Diagnostic and statistical anual of mental disorders. APA, Washington, D.C, 2013.  

Soutullo, C. y Díez  A. (2007) Manual de diagnóstico y tratamiento del TDAH. Ed. Panamericana

 
 
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