Afrontando el diagnóstico de TDAH: ¿Y ahora qué?
Nunca resulta fácil enterarse de que nuestro hij@ tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Cuando se confirma el diagnostico, el entorno familiar sufre un fuerte golpe, y los padres experimentan diferentes fases psicológicas y emocionales que pueden variar según cada caso siendo las más comunes:
Desconcierto
Se da en aquellos padres con niños muy pequeños cuyos síntomas son controlables en el ámbito familiar. Por esta razón, no pueden comprender que el niño tenga problemas en el colegio.
Negación
`Esto no le puede estar pasando a mi hijo, a mi familia`. La negación surge del miedo a que su hij@ sea rechazado por amigos, familiares y profesores. En estos casos, negar los síntomas de TDAH NO PROTEGE al niño del rechazo social, sólo le impide recibir ayuda adecuada.
Enfado
Tiene que ver con la frustración ante la sospecha errónea de que el niño podría superar su problema si se esforzara lo suficiente. Por otra parte, los padres sienten rabia hacia sí mismos, por sentir que le han fallado a su hijo.
Culpa
De entre todas las preguntas que podrían llegar a surgir ante un diagnóstico de TDAH, la más angustiante es: `¿Es culpa mía que mi hijo sufra este trastorno?`. De ahí, surgen dudas sobre cualquier hecho que haya podido generar un TDAH en su hijo (descuidos durante el embarazo, la educación que le han proporcionado al niño, etc.).
Miedo
Esta sensación se produce ante el desconocimiento del TDAH y suele paralizar a algunos padres. Surge el miedo al rechazo social, temor ante la posibilidad de que ellos mismos padezcan TDAH, preocupaciones acerca de si el niño tendrá amigos, si llegará a tener pareja, si podrá ir a la universidad o sabrá ganarse la vida.
Rechazo
Puede estar dirigido hacia el niño, hacia el personal médico o hacia otros miembros de la familia. La sacudida de sus expectativas hace que a muchos padres les cueste aceptar al niño como una persona con capacidad plena de desarrollo.
Desilusión
Ante la posibilidad de que su hijo no sea perfecto. Los padres deberán tener mucho cuidado a la hora de enfrentarse a este sentimiento. Su frustración puede llevarles a no aceptar al niño tal como es y a exigirle cosas que él no puede hacer, lo que le generará sentimientos de hostilidad y resentimiento.
Alivio
Algunos padres sienten un verdadero alivio al enterarse del diagnóstico. Al ser el TDAH un trastorno de carácter genético, se sienten menos culpables e incompetentes en cuanto a la educación de su hijo. Además, la identificación del trastorno los hace conscientes de la posibilidad de recibir ayuda.
Es importante que los padres que se enfrenten a un diagnóstico de TDAH conozcan la cadena de reacciones que este trastorno puede generar sobre ellos; éstas pueden dar lugar a conductas paternas ansiosas o agresivas que resultan muy perjudiciales para el niño.
Además, de esta forma se sentirán menos solos y podrán reflexionar sobre las causas y consecuencias de su comportamiento. A su vez, les será más fácil aliviar su ansiedad y encauzar sus esfuerzos hacia la búsqueda de la mejor forma de educar y comportarse con su hijo.
Una vez superadas las primeras reacciones ante el diagnóstico, se está dispuesto a conocer en profundidad el problema de su hijo y se tendrá una actitud más confiada y positiva.
Bibliografía:
`El niño con Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad - Guía para padres` Federación Española de Asociaciones para la Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad.