TDAH: refuerzo académico o reeducación psicopedagogica
A estas alturas del curso escolar, ya se han cosechado la primera tanda de notas escolares y como suele pasar, los resultados no son siempre satisfactorios.
Los resultados académicos, suelen ser uno de los indicios de que tal vez los niños necesiten de un refuerzo extra.
Ante las dificultades de rendimiento académico de nuestros hijos se puede optar por diferentes alternativas que van desde el refuerzo escolar, la matriculación en una academia de estudio o la reeducación psicopedagógica. Cualquiera puede ser beneficiosa y válida para conseguir mejorar los resultados académicos, la clave está en realizar la elección adecuada en función del origen de las dificultades.
Es necesario considerar los motivos del bajo desempeño escolar y tener claro el ámbito competencial de cada una de estas opciones.
Debemos desterrar la idea de que el refuerzo académico, también conocido como `clases particulares`, es lo mismo que la reeducación psicopedagógica.
La reeducación psicopedagógica se define como intervenciones psicopedagógicas personalizadas a alumnos, ya sean de infantil, primaria o secundaria, orientadas a trabajar las dificultades escolares de aprendizaje vinculadas a la presencia de algún trastorno específico como la dislexia, la discalculia, el TDAH, etc...
Podemos combinar ambas cosas si nuestro hijo/a necesita trabajar más a fondo una asignatura en concreto, ya que es lo que no haríamos en una reeducación psicopedagógica.
A diferencia del refuerzo escolar, La reeducación no se centra única y exclusivamente en el desempeño académico, sino que también interviene en otros factores como:
a. Recuperación de los aprendizajes: lectura, escritura, cálculo, matemáticas…
b. Planificación y organización: agenda, horarios de estudio, carpeta, apuntes…
c. Técnicas y métodos de estudio: pre-lectura, lectura, subrayado, resumen, esquema y estudio.
d. Preparación de exámenes: (pre-durante-post).
e. Trabajar la motivación y la autoestima ante las tareas escolares.
f. Potenciar conductas adecuadas (estar sentado en la silla, acabar las tareas, pensar antes de responder…) y reducir/eliminar las poco adecuadas (comentarios fuera de lugar, levantarse constantemente, no seguir instrucciones, chillar…).
g. Generalización de las conductas adecuadas a todos los ámbitos problemáticos.
Debiera ser realizada por profesionales de la psicología, pedagogía o por psicopedagogos, ya que estos cuentan con formación específica en los diferentes trastornos infantiles y de aprendizaje y en diferentes estrategias de intervención.
Sin embargo, el refuerzo escolar puede ser realizado por maestros o profesores, que han recibido formación pedagógica, y también por personas con formación específica en un ámbito de conocimiento concreto (matemáticos, físicos, filólogos, etc.) o estudiantes, que no tienen por qué tenerla.
La reeducación psicopedagógica estimula diferentes habilidades cognitivas (atención, memoria, percepción, orientación temporal y visoespacial, lenguaje, razonamiento, metacognición, planificación, flexibilidad cognitiva, etc.). Se basa en fomentar la generación y generalización de estrategias y en el desarrollo de recursos propios, a partir de sus potencialidades, que permitan compensar y mejorar las áreas donde el rendimiento es deficitario o mejorable. Conllevará una mejora del rendimiento académico a medio-largo plazo. El refuerzo escolar, se centra en el repaso de los contenidos escolares y el refuerzo de áreas de conocimiento específicas.
A diferencia del refuerzo escolar que establece como objetivo la mejora de las calificaciones escolares, la reeducación establece sus objetivos terapéuticos basándose en el perfil neuropsicológico del niño o joven. También es muy importante tener cuenta sus propias expectativas, así como las demandas de los padres. Por ello antes de iniciar la intervención es fundamental realizar una evaluación completa que llevará a cabo un neuropsicólogo, psicólogo clínico o general sanitario. Es posible y muy recomendable medir la efectividad de la intervención psicopedagógica con una frecuencia anual, mediante una reevaluación. Los resultados, además, permitirán reorientar los objetivos, las estrategias y ayudarán a establecer una valoración objetiva antes de plantear el proceso de alta terapéutica.
En el caso de la reeducación, la intervención incluye el asesoramiento a padres. El objetivo consiste en mejorar la concienciación de las dificultades específicas y el reconocimiento de los comportamientos asociados a un determinado problema específico, así como el asesoramiento sobre las estrategias y técnicas de manejo de determinados comportamientos implicados en el rendimiento escolar. También engloba la comunicación y asesoramiento al colegio/tutor para realizar un trabajo coordinado y fomentar un conocimiento más profundo del perfil concreto del alumno y de las adaptaciones o recursos que pueden mejorar su desempeño. Por último, también implica la comunicación y el trabajo coordinado con otros profesionales que atiendan al niño o joven como el psiquiatra, logopeda, profesor de refuerzo, etc.
La efectividad de la reeducación psicopedagógica se basa en la evidencia empírica y forma parte del tratamiento multimodal recomendado en la intervención del TDAH.
EXTRAIDO DE:
Silvia Cabrera, Psicóloga - www.silviacabrerapsicologia.com
http://www.doctoralda.com/la-reeducacion-psicopedagogica/
Anna Maria Vilaró Romera, Psicóloga http://www.psigma.cat/