Qué factores NO causan el TDAH
Cuando hablamos de Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) nos referimos a un trastorno complejo que afecta a multitud de comportamientos disfuncionales en la vida del afectado. Estos incluyen desde conductas afectivas-emocionales inestables hasta dificultades en el procesamiento de la información y el aprendizaje, pasando por relaciones y comportamientos desadaptativos a nivel social y ejecutivo.
La etiología del TDAH se desconoce con exactitud en la actualidad, a pesar de las muchas investigaciones que se realizan en este sentido. Aún hoy se desconocen qué factores específicos contribuyen a sus aparición siendo la genética la causa más probable, pero no la única.
Los estudios hasta la fecha sugieren que no existe una causa única que provoque el TDAH y las características de su cuadro sintomático, sino que éste se origina, más bien, en respuesta a la interacción de muchos factores durante la etapa gestacionaria (interacción genes-ambiente).
En este sentido, podemos distinguir entre factores de origen biológico y factores psicosociales-ambientales como posibles agentes desencadenantes, facilitadores y/o agravantes.
Existen muchos mitos con respecto a las causas y origen del trastorno por déficit de atención e hiperactividad/ impulsividad, alimentados desde el desconocimiento del trastorno y la falta de información veraz hacia la sociedad, que perpetúa las creencias irracionales acerca de posibles relaciones causa-efecto.
Este tipo de falacias, genera en las familias y en los educadores sentimientos de culpa y en los niños genera problemas de etiquetaje e incomprensión.
Por tanto, es importante aclarar que variables NO son causa del TDAH, así como remarcar una vez más la idea de que los padres no son culpables de que su hijo/a tenga TDAH.
Qué factores NO causan el TDAH
A pesar de que estos factores citados anteriormente no son causantes directos del TDAH, en aquellas personas que SÍ padecen el trastorno pueden contribuir al empeoramiento de los síntomas, aumentar la comorbilidad y los problemas asociados, empeorar el pronótico y favorecer la desadaptación. Por tanto, estos factores ambientales aunque no etiológicos sí son decisivos en el curso de los síntomas, por lo que hay que tenerlos en cuenta a la hora de estudiar el caso y su tratamiento.
En resumen, aunque de momento no existe un solo factor que podamos señalar como causa del TDAH, las evidencias de que se trata de un problema neurobiológico, con una heredabilidad muy alta y sobre el que los datos de neuroimagen y genética cada vez están aportando mayor información, hacen que no se pueda considerar como la causa del TDAH un problema ambiental o adquirido.
Fundación CADAH (2017).
BIBLIOGRAFÍA
American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
Soutullo Esperón, C. y Díez Suárez, A. (2007). Manual de Diagnóstico y Tratamiento del TDAH. Madrid: Editorial Médica Panamericana.