La Familia: Modelo de actuación para un niño con TDAH
Todas las familias tienen unas determinadas fortalezas y debilidades, lo importante es que reconozcamos cuáles son para poder trabajar sobre ellas y mejorar el clima familiar.
El hecho de expresar lo negativo de uno mismo (debilidades) y no ser consciente de lo positivo (fortalezas), produce una idea negativa de la capacidad que uno tiene de hacer frente a las situaciones difÃciles. Si una persona no identifica o no cree en su capacidad para solucionar una situación, no hará nada para solucionarla.Â
Â
          Â
Si para el mantenimiento de la estabilidad de cualquier familia estos problemas suponen un arduo trabajo, en la familia con algún afectado por Trastorno por déficit de atención e Hipercatividad (TDAH) en donde los problemas se multiplican, dicho mantenimiento de la estabilidad supone un trabajo multiplicado, pero es fundamental procurar conseguirlo.
Â
Los hijos aprenden de sus padres y educadores
¿Somos realmente consientes de `todo` lo que enseñamos a nuestros hijos?
Los niños, a lo largo de su vida, aprenden y se desarrollan en diversos contextos (escolar, familiar, social). En sus primeros años, será en el contexto familiar donde comenzarán a aprender a relacionarse, a comportarse y a diferenciar lo bueno de lo malo.
Por ello, la familia y especialmente los padres, deben ser conscientes de que el niño aprende más de lo que observa y ve de lo que ocurre a su alrededor (cómo actúan, se comunican, cómo se relacionan, cómo resuelven situaciones o problemas...) que de lo que se le dice, o a través de las normas que se imponen.
En muchas ocasiones, dentro de los hogares no se dan las situaciones ideales, o no siempre es posible mantener la coherencia que se desearÃa. Tener un mal dÃa dentro o fuera del trabajo, sentirnos cansados, estar bajo anÃmicamente, sentirnos furiosos, etc., puede dar como resultado que nuestra forma de actuar no sea precisamente modélica.
Pero como modelos directos deben saber que comportarse de manera tranquila, no levantar la voz, desarrollar un clima familiar cálido, alegre y seguro, acordar las normas conjuntamente y de manera clara y estable, llevar acabo nuestras responsabilidades a pesar de nuestro cansancio, procurar comunicarse de forma afectiva, escuchar de forma activa e intentar arreglar un problema de las forma más operativa, son actuaciones positivas que estamos transmitiendo de manera consciente e inconsciente a nuestros hijos.
Para conseguir esto, es fundamental que los padres lleven a cabo un análisis individual, como pareja y como padres de aquellas cosas que deberÃan modificar, aprender, reaprender, corregir o evitar. Identificar los errores propios y asumirlos es un proceso costoso, y que en ocasiones requiere ayuda por parte de un persona externa (una pareja, un amigo/a un terapeuta, un grupo de terapia..), pero ser conscientes de que algunos comportamientos, actitudes o pensamientos propios no son beneficiosos, son contradictorios o resultan poco funcionales, es el primer paso para establecer una modificación conductual, nuevos hábitos y rutinas y desarrollar acciones más productivas.
Igualmente como pareja los padres, deben observar, modificar y mejorar aquellos aspectos que no funcionan del todo bien, como la comunicación, el trabajo en equipo, el reparto de autoridad o el reparto de responsabilidades. Trabajar juntos el cambio puede resultar una experiencia más sencilla y atractiva, ya que se trabaja de manera conjunta por un objetivo compartido.
OBJETIVO: Revisar las pautas y funcionamiento en el hogar
Todas estas nuevas conductas, rutinas y buenos hábitos incidirán de la misma manera a modo de modelo positivo en su hijo/a, modificando su comportamiento de forma indirecta y por tanto, ayudándole a mejorar en su desarrollo y funcionalidad.
Â
BIBLIOGRAFÃA
TDAH: un reto para la condición de padres. GuÃa para padres. Fundación CADAH.Â