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Un porcentaje elevado de niños con TDAH presentan dificultades académicas en la lectura y escritura, mostrando problemas en la comprensión de textos largos, omitiendo letras en la lectura e interpretando mal el texto, poca comprensión en frases de complejidad sintáctica, problemas en la motricidad fina que afectan al trazado de las letras (la inatención e impulsividad dificulta la realización de movimientos), pobre organización viso-espacial etc


                           
 

Dislexia evolutiva. La presentan aquellos niños que sin ninguna razón aparente; discapacidad intelectual, lesión cerebral, etc, tienen dificultades para aprender a leer y escribir. Encontramos dos tipos de dislexia evolutiva:

Retraso en la lectoescritura. Cuando un niño tiene un retraso en el aprendizaje de la lectoescritura, aparecerán problemas léxicos tanto en la lectura como en la escritura. En la mayoría de los casos presentarán problemas en las dos vías de adquisición explicadas anteriormente ya que reconocen un menor número de palabras visualmente y tienen dificultades en el mecanismo de conversión de grafemas a fonemas.

Las medidas de prevención de problemas en la lectoescritura, tanto a nivel de centro como de aula, resultan indispensables ya que pueden llegar a mitigar e incluso evitar futuros trastornos del aprendizaje en todos los alumnos en general y a los que presentan TDAH en particular. Para ello, deben plantearse en los documentos oficiales de los centros medidas de detección temprana y prevención de las mismas, debiendo de ser asumidas por la comunidad escolar y participando en ellas de manera activa y cooperativa.

                                                                     

                                                                  Lucía Osorio Quintana. Psicopedagoga de Fundación CADAH (2015)