Las habilidades sociales son comportamientos aprendidos que pueden mejorarse a través de las experiencias de aprendizaje adecuadas, estas son la base del entrenamiento en habilidades sociales (EHS).
El EHS consiste fundamentalmente en observar a quienes ejecutan adecuadamente las conductas, practicarlas, corregirlas, irlas perfeccionando, recibir reforzamiento y practicar lo más posible en situaciones variadas y reales. Este proceso de desarrolla a veces en la vida cotidiana, pero las habilidades sociales también se pueden aprender.
Las habilidades sociales son una herramienta para mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de problemas, lo que las convierte en un factor clave en la adolescencia, especialmente para aquellos que padecen con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El proceso de EHS debe implicar cuatro elementos de forma estructurada:
- Entrenamiento en destrezas sociales (básicas y avanzadas) donde se enseñan conductas específicas y se practican y se integran en el repertorio conductual del sujeto.
- Reducción de la ansiedad en situaciones sociales (fobia social). Normalmente se esta reducción se consigue de forma indirecta al aumentar la autoconfianza.
- Reestructuración cognitiva, en donde se intentan modificar valores, creencias, cogniciones y/o actitudes del sujeto.
- Entrenamiento en solución de problemas, donde se enseña a los sujetos a percibir correctamente los valores de todos los parámetros situacionales relevantes, a procesarlos, a seleccionar una respuesta y enviarla.
EHS mediante terapia grupal de adolescentes
¿Por qué el entrenamiento en habilidades sociales (EHS) suele aplicarse en grupo?
- El grupo es un escenario natural donde aprender, practicar, perfeccionar y generalizar las habilidades.
- El grupo sirve de contexto de comparación social y validación consensual.
- El grupo actúa como marco de referencia guiados por un profesional experto que va guiando y dirigiendo las intervenciones.
- El grupo es un contexto de ayuda y apoyo mutuo.
Según Trinidad y Johnson (2002), los adolescentes que son emocionalmente inteligentes y con habilidades sociales detectan mejor las presiones emocionales que puedan aparecer en clase o por parte de sus compañeros. Son capaces de afrontar las diferencias entre sus propias emociones y las del resto de compañeros, al contrario de lo que ocurre con adolescentes que tienen menos control sobre sus emociones. Por tanto, los primeros serán capaces de tener un autocontrol suficiente para no caer en las conductas autodestructivas anteriormente citadas (consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias).
Técnicas del Entrenamiento en Habilidades Sociales con adolescentes con TDAH
El entrenamiento en habilidades sociales con adolescentes debe ser llevado a cabo por un profesional formado en el área de la psicología y el desarrollo socio-emocional juvenil.
Depende del tipo de necesidad y del planteamiento de la terapia el terapeuta empleará una combinación de técnicas u otras. Estas técnicas son:
- Modelado: Consiste en que una persona competente en las conductas objeto del entrenamiento las emita de forma adecuada en presencia de los sujetos que van a ser entrenados y esta ejecución sea reforzada.
- Ensayo conductual: Consiste en practicar masivamente las conductas que son objeto de intervención para valorarlas y en consecuencia reforzarlas o no inmediatamente. El ensayo conductual se puede realizar de forma real o encubierta.
- Retroalimentación y moldeado: En realidad es parte inseparable del ensayo, suele realizarse inmediatamente después, o incluso de forma simultánea, ya que consiste en proporcionar información al sujeto del grado de competencia que ha mostrado en la ejecución de las HHSS para que este pueda perfeccionarlas.
- Reforzamiento: Se trata de proporcionar consecuencias positivas al sujeto cuando éste haya emitido las conductas adecuadas o ha realizado alguna de las aproximaciones que se desea fortalecer. Según el tipo de reforzadores utilizados puede haber reforzamiento verbal y reforzamiento material.
- Generalización de las Habilidades Sociales: Consiste en asegurar que las HHSS aprendidas en las sesiones se apliquen en situaciones distintas a aquellas en las que se produjo el entrenamiento. Es imprescindible seguir aplicando los entrenamientos, repitiendo de forma masiva los ensayos en diferentes situaciones y con diferentes personas, tanto en el contexto del entrenamiento como en situaciones reales.
- Técnicas de reestructuración cognitiva: para identificar y corregir los patrones de pensamiento negativo, automático e irracional.
- Comunicación asertiva: es la habilidad de expresar ideas positivas y negativas y los sentimientos de una manera abierta, honesta y directa.
Fundación CADAH (2016).
BIBLIOGRAFÍA
Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Contenidos curriculares.
Lantieri, L. y Goleman, D. (2009). Inteligencia emocional infantil y juvenil. Madrid: Aguilar.