Coaching para estudiantes con TDAH
Si hacemos memoria y nos remontamos a nuestros años de preescolares, quizá recordemos niños y niñas que nos sorprendían por su incesante actividad; eran torbellinos incansables a nuestro alrededor.
Otros en cambio, eran ordenados y realizaban las tareas escolares con gran autonomía y responsabilidad.
También nos encontrábamos con algunos compañeros tranquilos y dóciles, aunque con facilidad para distraerse de lo que se les estaba diciendo.
Muchos de estos niños y niñas que han sido reconocidos y diagnosticados como TDAH, previamente han sido inatentos e impulsivos, y posteriormente como adultos, lo seguirán siendo.
¿Por qué coaching?
Actualmente las exigencias educativas, el tipo de sociedad en la que vivimos y los retos que se plantean, complican aun más sus dificultades, haciendo hostil el entorno que les rodea. En muchos casos la adolescencia y el comienzo de la edad adulta, momento en el que se espera mayor autonomía y capacidad de organización, supone para ellos y para sus familias un verdadero conflicto.
El coaching, al tratarse de una técnica y procedimiento que trata de liberar el potencial de las personas, asumirá el reto y supondrá un proceso de aprendizaje para que puedan llevar su rendimiento al máximo.
¿En qué momento?
A su vez, al final de adolescencia culmina el desarrollo de las funciones ejecutivas, procesos cognitivos que nos capacitan para tener un comportamiento flexible y dirigido a metas, así como se encuentran relacionados con las competencias sociales, el rendimiento académico o el desempeño cotidiano.
Para los adolescentes TDAH, el buen entrenamiento de las funciones ejecutivas, favorecido por la neuroplasticidad cerebral, aumentará su capacidad de hacer planes y llevarlos a cabo de forma organizada. Supondrá un manejo más adecuado y eficaz del tiempo necesario para planificar y cumplir con sus tareas escolares, personales y familiares.
El trabajo a través de coaching favorece el autoconocimiento personal y emocional, el establecimiento de metas, la planificación y la consecución de objetivos.
¿A quienes puede beneficiar?
En muchos de los casos para los adolescentes con TDAH puede constituir una excelente alternativa a la psicoterapia, donde es el terapeuta quien diagnostica, quien busca el problema, las causas y los antecedentes, al igual manera que la manera de encontrar la forma de tratarlos. En cambio en coaching, es la propia persona la que se encarga de definir las metas que quiere conseguir, quien a partir de sus propias reflexiones tomará las decisiones.
Si además, tenemos en cuenta que en psicoterapia la resolución de conflictos del pasado tiene un gran valor para resolver conflictos del presente, veremos otra gran diferencia; ya que en el coaching enfoca la intervención hacia el futuro, incluso, quedando el número de sesiones definido y limitadas en el tiempo, previo acuerdo.
¿Cómo se lleva a cabo?
Con los procesos de coaching, logramos poner en marcha mecanismos de cambio que parten de la conciencia y el querer hacer de la persona. Suponen no dirigir, sino acompañar en el logro de un objetivo previamente establecido y deseado. El adolescente es capaz de sacar lo mejor de sí mismo y el coach le ayudará a que pueda conseguirlo. Le hará de espejo y, a través de preguntas poderosas, se irá cuestionando sus acciones y liberándose de creencias limitadoras para llevar a cabo acciones eficaces.
¿Qué se consigue?
Aunque ya hemos estado señalando los beneficios de esta técnica en las líneas anteriores, en resumen, podemos concretar diciendo que un proceso de coaching supone:
En conclusión, tenemos un procedimiento que permite a nuestros adolescentes y estudiantes descubrir sus valores y prioridades, evaluar sus logros con entusiasmo y potenciar sus recursos personales, cognitivos y emocionales.
Y todo ello, mediante el uso de una metodología con la que experimentarán la sensación de ser escuchados activamente, de comprender haciendo y, en definitiva, de obtener la mejor versión de sí mismo.
Teresa de Franciscano Morales Muñoz
teresamorales.m@hotmail.com