TDAH y discalculia
La discalculia es una dificultad de aprendizaje específica en matemáticas. Es una dificultad específica para calcular o resolver operaciones aritméticas. No guarda relación con el nivel mental, con el método de enseñanza utilizado ni con trastornos efectivos, pero sí suele encontrarse asociado con otras alteraciones. Es un trastorno relativamente poco conocido. De hecho, se considera una variación de la dislexia.
Se estima que alrededor del 1% de niños en edad escolar muestran trastorno del cálculo. Se da en la misma proporción niños y niñas. Aunque se desconocen los genes implicados, se sabe que existe una clara predisposición genética.
Algunas de las dificultades que presenta la discalculia es, la escasa habilidad para contar comprensivamente, la dificultad en las operaciones básicas (adición, sustracción, multiplicación y división), dificultad para el cálculo mental, necesidad de usar los dedos para contar, dificultad en la adquisición de automatismos para contar, dificultad para estimar cálculos aproximados, dificultad con las secuencias, lentitud en la realización de tareas matemáticas, etc.
Cuando se presentan discalculia y TDAH asociados, se identifican normalmente con dos tipos de dificultades:
Se ha determinado que los niños con TDAH tengan o no trastornos de aprendizaje tienden a ser más lentos en el proceso de recuperación de la información y continúan apoyándose en técnicas de contar que utilizan un soporte concreto mucho más que los demás niños (por ejemplo, con los dedos), de hecho, el grueso de los niños abandonan estas estrategias en cuarto curso, no así los niños con TDAH. El uso de los dedos para contar más allá de los límites de edad esperados en un contexto de educación apropiada sugiere que el niño presenta problemas para utilizar información sobre datos matemáticos básicos ya aprendidos. Es decir, problemas con la memoria semántica.
En los primeros años del proceso de escolarización son más claramente evidentes las dificultades que tienen los niños con TDAH para ejecutar en forma ordenada los algoritmos propios de cada operación, en especial cuando se trata de la resta y están involucrados procesos de reagrupamiento (E. Benedetto-Nash y R. Tannock, 1999).
Sin embargo, es un hecho llamativo y conocido que más allá de lo recientemente descrito, los niños con TDAH suelen, por ejemplo a la hora de resolver cuentas o problemas aritméticos, resolver 1/3 menos de problemas que sus compañeros y con mayor número de errores si se los compara con niños sin TDAH.
En conclusión, (Tannock, R. y Brown T., 2000) la vulnerabilidad de los niños con TDAH en el campo del desarrollo de las competencias numéricas y de las habilidades matemáticas se debe a errores que evidencian una deficiente automatización de operaciones y procesos que oportunamente, han sido aprendidos. Estos errores de automatización se originan en el déficit numérico ya mencionado y a una velocidad de procesamiento lento principalmente y secundariamente: a fallas atencionales y a la manifiesta tendencia de estos estudiantes a no ejercitar apropiadamente, especialmente, en aquellas actividades que requieren ensayos continuos y rutinarios. El procesamiento lento perjudica la adquisición de los datos numéricos necesarios y esta habilidad disminuida produce perjuicios posteriores en la adquisición y uso de procesos matemáticos más avanzados.
BIBLIOGRAFIA:
Cristina Carmona Fernández, Neus Buisán Cabot, Katy García Nonell, Silvia Noguer Carmona, Eugenia Rigau Ratera, El niño incomprendido: TDHA. Discalculia. TANV. Trastornos del lenguaje, Dislexia y Trastorno de Asperger.
ACANPADAH, Discalculia y TDAH.