TDAH: Los deberes ¿motivan o inquietan?
En muchas ocasiones, en la etapa escolar, los deberes extraescolares son un motivo de conflicto tanto en el colegio como en casa. Sin embargo, podríamos cuestionarnos que, si los deberes son una herramienta importante de repaso de las actividades aprendidas en la escuela, ¿por qué se convierten en causa de éxito o fracaso?
Encontramos entonces los dos escenarios...
Particularmente, los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tienden a no terminar las tareas a tiempo o presentan dificultades constantes para su realización.
Para evitarlo, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones, como crear ciertas rutinas y entornos favorables, acompañar y alentar a los niños mientras realizan las tareas y revisarlas juntos cuando han terminado.
¿Por qué resulta complicado para los niños con TDAH?
Es necesario recordar que el alumno con TDAH tiene tres componentes esenciales: dificultades en la atención, hiperactividad, y finalmente, la impulsividad.
En esta situación también tienen dificultades para tomar iniciativa, autocontrolarse (inhibición), evaluarse, planear, organizar y manejar el tiempo, monitoreo de las acciones, control emocional, así como manejar la memoria de trabajo, el compendio de acciones que conforman las denominadas funciones ejecutivas y que facilitan la realización de cualquier actividad.
Para la práctica de las tareas escolares es justamente la memoria de trabajo (la capacidad de recordar, deletrear, parafrasear, resumir, organizar, entre otras) una de las principales afecciones en el TDAH.
Pensando en que los propósitos principales de las tareas escolares son reforzar el conocimiento, así como, inculcar hábitos y responsabilidades, es trascendental que las familias utilicen herramientas para facilitar este proceso y eviten situaciones negativas tanto para ellos como para los niños.
En este caso, la pregunta es ¿hasta dónde deben ayudar las familias a sus hijos con los deberes?
Sin embargo, recordemos que las situaciones mencionadas no son las más prudentes, ante todo es importante mantener lejos las confrontaciones, ni imposición, la tarea no es un castigo.
En caso contrario, el niño que ve las tareas como pequeños logros personales, tendrá disposición para esforzarse más cada día. En este sentido, los padres deben mantener la motivación en que sus hijos descubran hasta donde pueden llegar y sean ellos quiénes resuelvan las problemáticas que encuentren en el proceso (de acuerdo a su capacidad).
Dar apoyo significa orientarlo o conducirlo para que encuentre la solución por el mismo, repasando el conocimiento ya adquirido y en la forma precisa como lo aprendió.
Andrea Gómez Iglesias (2019).
Psicóloga clínica de Fundación CADAH.