TDAH, Justicia y conductas delictivas
Según un estudio (Psicologia Reflexao, 2015) realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Oviedo dirigido por Celestino Rodríguez Pérez, la prevalencia de TDAH es hasta cinco veces mayor en la población reclusa que en la general. La prevalencia de este desorden es significativamente mayor entre los reclusos divorciados, los que carecen de empleo y, sobre todo, los que no terminaron los estudios.
Rodríguez Pérez plantea dos hipótesis como causa de esta situación:
Celestino Rodríguez subraya que "parece probado que sufrir este trastorno durante la niñez, y no recibir tratamiento, aumenta la tasa de participación en actividades delictivas y el abuso de sustancias, así como los problemas en las relaciones de pareja y en la búsqueda o mantenimiento del empleo". Por lo tanto, concluye, "se puede esperar que implantar intervenciones eficaces para tratar el TDAH en la infancia contribuya a disminuir el riesgo de sufrir problemas en la edad adulta". La investigación concluye que el diagnóstico y el tratamiento del TDAH en la infancia evitarían en parte conductas delictivas que conllevan el ingreso en la cárcel (Celestino Rodríguez Pérez, 2015).
En la misma línea se encuentra el estudio en España "Estudio Población psiquiátrica penitenciaria" dirigido por el Dr. Oscar Sanz, recoge que el 30% de la población penitenciaria podría padecer este trastorno. La investigación recoge que los afectados con TDAH que en su infancia y adolescencia no fueron diagnosticados de TDAH ni recibieron ningún tipo de tratamiento (médico-psicológico) cometen mayor número de delitos con una media de 7,8 delitos frente a los 3,9 del resto de pacientes (Dr. Oscar Sanz). Además los pacientes penitenciarios con TDAH delinquen más jóvenes, con una media de comisión del primer delito de 22 años frente a los 29 años de media del resto de reclusos con otras patologías psiquiátricas.
Estudios en USA, Canada, Suecia, Alemania, Finlandia y Noruega muestran que hasta 2/3 de los jóvenes delincuentes (66%) y la mitad de la población adulta en prisión obtendrían resultados positivos para TDAH en la infancia. Estos siguen presentando sintomatología en edad adulta (15% hombres y 10% mujeres). Además, los incidentes en los que incurren son 8 veces más agresivos que los de otros presos y 6 veces más agresivos que los presos con un Desorden de Personalidad Antisocial (Young, BMC Psychiatry 2011).
Según el Registro Nacional Sueco de pacientes con TDAH con 25.656 pacientes, entre 2006 y 2009 (Liechetenstein et al, New England Journal of Medicine 2012) encontramos que:
Estos resultados evidencian la necesidad de estudiar este trastorno en los presos con el objeto de mejorar el abordaje terapéutico que reciben en los centros penitenciarios.
Fundación CADAH (2018).
BIBLIOGRAFÍA
Quintero, J. (2013). Proyecto PANDAH: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad TDAH, situación en España.
Rodríguez Pérez, C. et al. (2015). Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Prevalencia y Características Sociodemográficas en Población Reclusa. Psychology/Psicologia Reflexao e Crítica.