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La convivencia como medida preventiva de conductas disruptivas en el aula

Las normas son importantes para todo el alumnado pero más si cabe para el alumnado con TDAH. Muchos estudios señalan que octubre y noviembre son los meses en los que tiene un mayor número de sanciones por conductas disruptivas.Por ello, es necesario revisar nuestra práctica sobre las normas, analizar la forma en la que se informa sobre ellas, ver el papel que el alumnado tiene en su redacción y aplicación y llegar a revisar también a fondo las ideas que como profesorado se tiene sobre lo que deben ser las normas.

¿Cómo definir e implantar las normas?

Las normas son reglas de comportamiento para conseguir las metas y objetivos, señalan lo que cada miembro del grupo espera de los demás, regulan las relaciones interpersonales y ayudan a prevenir y gestionar los conflictos del grupo- clase. En el caso de alumnos con TDAH, les ayuda a regular la conducta, primero desde el plano interpsicológico para más adelante pasar al intrapsicológico (autorregulación de conducta).

El aula es un espacio complejo, en el que tienen lugar muchas interacciones y muy variadas, algo que resulta difícil regular desde normas concretas. De ahí que muchas veces la gestión del aula y su ordenación van a depender de la competencia y habilidad del profesorado para gestionar estas relaciones.

Una de las bases que va a beneficiar al alumnado en general y al alumno con TDAH en particular es la coordinación en la aplicación de normas; uno de los grandes problemas de las normas hace relación a los distintos criterios que utiliza el profesorado para regular la vida de la clase, de manera que lo que uno permite, otra profesora lo prohíbe, sin que haya a veces coordinación.

Esta medida tan básica favorecerá al buen funcionamiento del aula y a desarrollar un comportamiento adaptativo en el alumnado con TDAH y, a su vez, permitirá ir desarrollando adaptaciones de menor a mayor significación
Otra de las bases es construir las normas con el alumnado huyendo de los extensos reglamentos que todo lo prevén y todo lo regulan, pero que luego no llegan a ser prácticos en la vida del aula, se trata de hacer una concreción de esos reglamentos.

                                        


Por lo tanto, los pasos a seguir a la hora de establecer normas de manera conjunta en el aula con el alumnado es:

1. Identificar el problema concreto: la necesidad que queremos solucionar.

2. Señalar cuál es el objetivo que queremos alcanzar.

3. Establecer la norma que va a estar vigente, sin ambigüedades, en positivo, estableciendo la manera en que se va a hacer el seguimiento, indicando a los responsables del mismo…

4. Señalar las consecuencias de su incumplimiento: las acciones que se van a poner en marcha con ese alumno/a y no sólo las exclusivamente sancionadoras.

Un ejemplo de este esquema básico para la realización de normas sería el siguiente:

1. Los alumnos no respetan el turno de palabra, no dejan hablar y se interrumpen unos a otros.

2. El objetivo es aprender a escuchar al otro sin interrumpirle, como uno de los valores básicos de convivencia.

3. La norma sería `pedir turno levantando la mano y esperar a que llegue`.

4. Las consecuencias que se derivarían de su incumplimiento pueden ser `hablar el último por no haber respetado el turno`, `perder la vez`, etc.

El alumno con TDAH necesitará refuerzo inmediato por las conductas que se ajusten a la norma, así como si el alumno levanta la mano y espera a que llegue su turno (demora reforzada), también se premiará por ello, siendo el primero en hablar, dándole más tiempo para comentarlo, premiando la conducta que ha realizado.

Se trata de un ejemplo sencillo pero muy útil a la hora de comprender la dinámica de las normas.
En definitiva, los alumnos con TDAH es posible que presenten conductas disruptivas en el aula sobre las que debemos trabajar para favorecer a su desarrollo personal, social y académico, si bien, cuando tomamos decisiones de mayor significación en este ámbito, debemos preguntarnos si anteriormente se han tomado las medidas de base ordinarias y necesarias para construir una convivencia proactiva y a partir de ahí, tomar decisiones.

Noelia Gutiérrez, psicopedagoga de Fundación CADAH.

BIBLIOGRAFÍA

Uruñuela, P. (2016). Trabajar la convivencia en los centros educativos. Una mirada al bosque de la convivencia. Madrid: NARCEA.

http://www.tdahytu.es/colegios-para-ninos-con-tdah/

 
 
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