Formas erróneas de construcción de la autoestima en afectados de TDAH
   1. Alabar a los hijos o alumnos por sistema, con independencia de su comportamiento.
Son ocasiones en las que por miedo a que no tengan un buen autoconcepto de si mismos se les premia aunque tengan conductas erróneas. Por ejemplo, no les importa que fracasen en sus estudios a causa de su vagancia, que derrochen el dinero? lo único que les importa es que se quieran cada vez más a sà mismos.
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   2. No culpabilizarlos nunca de nada, suceda lo que suceda
Esto es para que no pasen por la humillación de sentirse avergonzados.  Tampoco cuestionan ni critican nunca lo que dicen o hacen para que evitar que se enfaden.
   3. Rebajar la exigencia al máximo.
 Estos padres tan indulgentes con sus hijos lo que consiguen es que sus hijos no aprendan a esforzarse y a superar las metas que se van encontrado en el camino.
   4. Tener demasiadas o pocas expectativas de los niños.
Es fundamental, reconocer las limitaciones que tienen los niños con TDAH y no exigir nunca por encima de aquello que son capaces de hacer. Tampoco es recomendable tener muy pocas expectativas porque eso les hará pensar que ellos no valen para afrontar las situaciones.
   5. Sobreprotegerles a los niños.
Las personas con baja autoestima son inseguras y les cuesta tomar decisiones, prefieren siempre que otros decidan por ellos. Desde pequeños podemos ponerlos en la tesitura de tomar pequeñas decisiones: ofrecer dos sabores de yogurt, dos prendas para vestirse, entre una actividad extraescolar y otra.
   6. Reflexionar sobre el fracaso.
Los errores, la no consecución de objetivos y las pequeñas o grandes frustraciones forman parte de la dinámica de la vida. Hay que enseñar a ganar? pero también a perder y a volver a afrontar de nuevo las situaciones.
Gerardo Castillo Ceballos en su artÃculo "El desarrollo de la identidad personal" comenta que los hijos acostumbrados a ser alabados de forma incondicional suelen sentirse muy defraudados cuando, al incorporarse a la vida adulta, chocan con la realidad. Esa colisión les descubre, de pronto, que su autoestima está mal fundamentada y que, por ello, no es real.Â
La experiencia nos enseña que la autoestima de los hijos o alumnos no se desarrolla por la vÃa del elogio continuo e injustificado. Quienes buscan fortalecer el ego por ese camino, lo único que consiguen es debilitarlo y aislarlo. La mejor autoestima es la merecida, la que se basa en logros reales, la que cada uno se gana con su propio esfuerzo.
BibliografÃa:
Mª. Ãngeles Pérez Montero y Francisco Javier RodrÃguez Laguia. La importancia de cuidar la autoestima
Nerea Calavia Redrado. La importancia de trabajar la autoestima con los alumnos/as con TDAH