Campamentos de verano y TDAH
Con la llegada de las vacaciones de verano, a las familias de niños y adolescentes con TDAH se les plantea la duda de si continuar con la intervención terapéutica o no.
Dada la relevancia y la necesidad de un tratamiento y una intervención continuada y efectiva en el Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad que atienda a las dificultades y problemática que del trastorno se derivan dentro de un tratamiento global multimodal, y siguiendo las recomendaciones de las guías clínicas y los expertos clínicos en la materia de la importancia de no interrumpir el tratamiento psicopedagógico con los niños y niñas con TDAH, consideramos siguiendo estas líneas de orientación, que la intervención con los niños y niñas con TDAH debe ser, y más en las fechas de verano donde el ritmo y la organización se flexibilizan y se rompen las rutinas adquiridas durante el curso, un pilar esencial de cara a intervenir, trabajar y dotar a los niñas y niñas de estrategias y habilidades de cara al reto del nuevo curso escolar.
El campamento como espacio de aprendizaje
Cada vez con más frecuencia se va incorporando la idea de los vínculos entre lo que sería del ámbito lúdico y los aspectos estrictamente educativos. No parece sensato en la actualidad el pensar que lo lúdico no tiene un importante componente educativo.
Bien sabemos que el ser humano comienza su aprendizaje en el juego que establece con el medio, aspecto por otra parte que es común en otras especies animales, sobre todo en las más evolucionadas.
Pero por extrañas cábalas, probablemente de índole social o social-económico, hay un momento en el desarrollo en que este vínculo entre lo lúdico y lo educativo se rompe y empieza un tipo de enseñanza mucho más desarrollada en su aspecto formal, con estructuras alejadas del juego y que sólo responden a la formación parcializada del aprendizaje del sujeto.
Un campamento es una experiencia educativa de primer orden, pero con algunas características particulares. La primera es que está limitada en un corto periodo de tiempo. Además carece de un seguimiento posterior a largo plazo, está separada y aislada de experiencias similares, no tiene profesores a la usanza tradicional, se desarrolla normalmente en un medio desconocido y más hostil que el cotidiano.
Tiene, por otra parte, características que hacen que el sujeto esté más comprometido con esa experiencia, dado que es algo que normalmente eligen los propios/as chicos/as, están fuera del dominio y la normativa estrictamente familiar, el nivel de tolerancia a las cosas, por otra parte propia de la adolescencia, es mayor, dado que hay normas de carácter general adecuadas a un tipo de convivencia de mayores responsabilidades que en el ámbito doméstico, se vive fuera de la obligatoriedad reglada particular de cada familia, hay una serie de normas, muchas de ellas pactadas por un acuerdo de convención y de facilitación social, no hay exámenes, los horarios tienen que ver con la posibilidad de realizar muchas más cosas; respetando el lógico descanso, las actividades son, como hemos dicho, inusuales, se favorece el contacto y el intercambio entre ellos, se fomenta de manera clara la creatividad, se pondera la originalidad y la diversidad, se respeta y se potencia el hecho diferencial, se mezclan los más variados aspectos y actividades en la vida campamental: aire libre, deportes, juegos de habilidades, talleres activos de todo tipo, salidas fuera del campamento, vivaqueos…
Otra de las características que determinan la eficacia del aprendizaje en la vivencia de un campamento estriba en el hecho singular de que se aprovechan todos los agentes educativos existentes, así como todos los recursos didácticos que puedan favorecer una mayor eficacia en la adquisición de los objetivos que se marcan; son agentes educativos, desde el monitor/a hasta el especialista de alguna actividad, pasando por personal de servicio o no vinculado directamente al seguimiento de los chicos y chicas: personal de cocina, administrativos, personas invitadas, encargados del mantenimiento de la instalación y los propios acampados que, en la transmisión de algún tipo de conocimiento o habilidad, realizan una labor educativa muy importante.
Qué beneficios se pueden obtener de un campamento
1.- Descubrir capacidades:
Los campamentos de verano son una excelente opción para practicar con habilidades diferentes a las desarrolladas en el colegio.
Muchas de estas propuestas ya se hacen eco de la importancia del desarrollo de, por ejemplo, la inteligencia emocional para dar solución a cuestiones que han cambiado en los momentos actuales, como la forma de socializarse.
2.- Contacto con la Naturaleza:
Las múltiples ocupaciones invernales, unido a las tareas diarias y el uso de las nuevas tecnologías, sobre todo en las ciudades, impiden el contacto permanente con el entorno Natural que nos rodea…
Los campamentos de verano son una opción ideal para estar en permanente contacto con ese entorno natural que tan beneficioso es para todos, niños, jóvenes, adolescentes y adultos.
3.- Aprender divirtiéndose:
El aprendizaje y la diversión no están reñidos y los campamentos de verano son una excelente opción para ello, puesto que el aprendizaje se provoca y se produce de una forma más lúdica, más centrada en la experimentación activa que en el estudio deductivo y reflexivo.
4.- Consolidación de valores:
En los campamentos y colonias de verano se fortalecen valores como el respeto, la amistad, el cuidado del medioambiente, la salud, relacionarse, desarrollarse o ser útil a los demás.
5.- Mejora de la autonomía y la toma de decisiones:
Cuando el niño o adolescente está solo, sin la protección permanente de los padres, debe desarrollar su autonomía personal y esto conlleva una mejora directa en la toma de decisiones.
Deberá responsabilizarse de su aseo personal, del cuidado de sus cosas, ayudará en tareas.
De la mano de este aumento de autonomía va unida la mejora de la autoestima porque se verá capaz de hacer cosas que, bajo la protección de su familia, no eran necesarias.
6.- Colaboración:
En un campamento, la realización de actividades va a requerir de la colaboración y el trabajo en equipo durante todo el tiempo.
El más pequeño tendrá la oportunidad de aprender a respetar, tolerar, entender y colaborar a lo largo del desarrollo de las actividades en equipo que se realizan diariamente.
Aprender a colaborar mejor es un beneficio que le servirá en todo momento.
7.- Mejora de las relaciones y la comunicación:
En un campamento se potencian mucho las relaciones entre las personas y para relacionarse es necesario comunicarse.
Y como todas las personas son nuevas y con perfiles heterogéneos, el niño tendrá que buscar la forma ideal para comunicarse con cada uno de ellos. Esta interpelación permanente mejorará su comunicación hacia el exterior y su forma de relacionarse con los demás.
8.- Un tiempo de vacaciones para los padres
Los campamentos también permiten que los padres puedan estar solos por unos días, libres de las innumerables obligaciones diarias con los hijos. Estar unos días alejados, padres e hijos, también suele ser favorable para la relación.
Los niños aprenderán a dar más valor a lo que tienen (en todos los sentidos) y los padres descansarán y renovarán sus energías.
Aquí podéis ver los Campamentos TDAH en España
Webgrafía:
Mellado Santamaría A. Mellado Santamaría J. L. `El campamento como medio educativo` Revista INJUVE Nº 72, documento 2.
`Beneficios de campamentos de verano` http://www.guiainfantil.com/beneficios-de-los-campamentos-de-verano.htm