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La escucha activa es la capacidad de las personas de prestar atención a las conversaciones en las que participan, escuchando a sus interlocutores, o por ejemplo a sus maestros en el aula. La escucha activa no se lleva a cabo solo con las orejas, sino que escuchamos con nuestra postura corporal, con la mirada, etc.

Los niños con TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), presentan a menudo dificultades a la hora de establecer relaciones interpersonales, debido a la impulsividad en sus acciones o, por el contrario, a la aparente falta de interés en lo que ocurre a su alrededor. Así, una de los problemas que más nos encontramos en los niños con TDAH, es la incapacidad para escuchar de una manera adecuada, con atención, lo que están diciendo sus interlocutores.

                       

Por ello, proponemos una serie de dinámicas para reeducar en este sentido, para hacer notar la valía que tiene la información que podemos extraer de las personas con las que participamos en cualquier actividad, y la necesidad de estar pendientes de ello, de cara a poder participar activamente en la conversación y tener respuestas y argumentos basados en la realidad del momento.

En la primera dinámica, "¿Cómo hablan?" van a ponerse por parejas o tríos dependiendo del número de alumnos. Podemos permitir que sean ellos mismos los que se agrupen o hacerlo totalmente al azar con un sorteo si queremos que se relacionen aún más. Consiste en hacer un roll-playing de una conversación casual, y los compañeros deberán evaluar cómo lo han hecho. Evidentemente, antes de esta dinámica los niños ya habrán trabajado la escucha activa conocerán cuáles son las estrategias que deben emplear.

Podemos recordarles las pautas básicas: debemos mirar a los ojos a nuestros interlocutores, mantener una postura abierta a la conversación, por ejemplo, no tener los brazos cruzados ya que transmite poca cercanía, etc.

El hecho de que sean los iguales y no una persona de autoridad los que los evalúen añade valor a la dinámica, puesto que la opinión de los compañeros gana mucha fuerza en los niños, y conforme van creciendo, esta gana mucha más importancia.

En la dinámica que ahora proponemos, vamos a jugar a las películas. El primer paso sería explicar las normas: no se pueden emitir sonidos y solo se puede emplear la mímica, etc. El objetivo de esta actividad es trabajar sobre la expresión corporal y la escucha activa centrando la atención en el cuerpo, no en la voz, y aprender a captar la información por este medio.

Para llevarla a cabo, habremos escrito una serie de títulos de películas que sean conocidas por los niños, y uno a uno irán representándolas y los compañeros deberán adivinaras. Una variante podría ser que ellos mismos escribiesen las películas que quisiesen y sobre ellas se trabajase.

La dinámica `Fin de semana` consiste en comenzar hablando por parejas y terminar la conversación en gran grupo, de forma que la atención a la escucha de los compañeros debe ir aumentando progresivamente y ser máxima. Se comenzará por parejas, como hemos indicado, y deberán contarse uno a otro lo que han hecho durante el fin de semana o lo que quieren hacer el próximo y, poco a poco, iremos uniendo parejas y grupos progresivamente hasta que nos quedemos con un solo gran grupo.

Cuando todos hayan escuchado las historias de todos, haremos un análisis, por ejemplo con preguntas guiadas, para comprobar el grado de escucha y de retención de información de lo que han contado los compañeros.

Otra dinámica estupenda para la escucha activa es la de inventar entre todos una historia. Al comienzo se deben dar las pautas precisas que todos deben seguir: que la historia debe tener sentido, debemos seguir los detalles que van comentando los compañeros para lo que tendremos que tener una buena escucha, etc.

El educador puede comenzar la historia, o dejar que un niño sea quien lo haga y por orden, los demás deberán ir completando la historia con lo que se les vaya ocurriendo.

Al final evaluaremos quién lo ha hecho bien y quien tiene que mejorar.

Por último tenemos la dinámica `¡Juego de las palabras!`. Cada niño debe escribir un par de palabras en trozos de papel, o podemos tenerlas preparadas de antemano.

Se harán dos grupos, y de uno en uno irán saliendo los chicos y tendremos que hacer tres tandas diferentes: en la primera deben describir esa palabra, en la segunda deberán representarla con mímica y finalmente en la tercera deben hacer sonidos para que los compañeros adivinen de qué palabra se trata. No se comenzará una tanda hasta que no se hayan completado todas las palabras anteriores. Debemos estipular un tiempo para cada niño, con unos 40 segundos está bien. Ganará el equipo que más palabra haya acertado entre todas las rondas.

Este tipo de sesiones en las que trabajamos por dinámicas son en general muy aceptadas por el grupo, ya que dedicamos un pequeño tiempo a cada una y hay mucha variabilidad a lo largo de la sesión.

No debemos olvidar la importancia de adaptar cada una de las sesiones a la tipología de alumnos que tengamos, puesto que de ello va a depender en gran medida el éxito de ella.

Rocío Meca Martínez.

Especialista en Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.

Bibliografía.

Consejería de Educación y ciencia de la Junta de Andalucía. Las habilidades sociales: una propuesta para su desarrollo dentro y desde el aula. (1996).